viernes, 13 de octubre de 2017

...ella y yo

Este verano me tocaba el turno a mí. Debo confesar que no me he inspirado mucho y que le acabaré cambiando la ropa. Pero no podía ser que no tuviera ningún muñeco de los que de tanto en tanto hago.

Al final lo acabé, deprisa y corriendo. Pero eso ahora ya no importa. Después de acabarlo aproveché para "hacerme" unas fotos con una de mis perdiciones cada vez que voy a casa: abrazar a mi perrita. 

Ahora ya no podré hacerlo más. Hace un par de semanas se nos fue. Estaba mayor y ya no nos reconocía todo el tiempo, pero los abrazos y los pequeños momentos de juego le hacían ser la de siempre. 



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