Como es invierno, y aunque no haga frío, toca hacer bufandas (algún día me pondré con otro tipo de piezas, lo prometo).
Y para seguir no variando, esta también no era para mí. Un regalo de cumpleaños muy atrasado para una amiga, de su color favorito, el naranja, y, cómo no, con un detalle de mariposas (que nos chiflan a las dos).
Aprendizaje nuevo: buscar instrucciones de cómo hacer este tipo de bufandas... Es divertido ir a la aventura, no lo niego. Empiezas a hacer una labor y siempre estás con la intriga de cómo va a acabar... y el final nunca suele ser como esperabas. Pero el problema no es que te quede diferente a lo que tenías en mente sino que no tengo ni idea de por qué ha quedado girada... Pero, en fin, como es una bufanda para girarla en el cuello (hasta 3 vueltas), no queda mal que tenga giros ya por adelantado, jeje.
¿Y qué es eso del dibujo? Con las fotos no se aprecia mucho, pero he tejido los puntos de tal manera que se vea una mariposa (¡cómo no!), aunque también ha quedado más escondida de lo que me esperaba.
Por cierto, he tardado más de un año en hacértela... ¡perdón por la tardanza, sister!!